sábado, 8 de diciembre de 2012

La autodestrucción no era necesaria, pero sin embargo, lo hice. Volví a ver esas fotos que me destruyen, volví a escuchar esa canción que me parte en dos, volví a leer y re-leer esa conversación que me mata por dentro. Volví a fingir que todo esta perfectamente bien. Una vez más. Y una vez más, no lo está. No está bien. No estoy bien.